A
medida que vamos ganando carreras y progresando en nuestra propia
pericia tendremos acceso a mejores coches, los cuales requieren también
mayor habilidad de pilotaje, casas más grandes y otros extras como ropa
que ponerse. La consecución de dinero es tal vez el aliciente más
importante, porque también nos permitirá ciertas opciones de
personalización del coche aunque eso no tenga su fiel reflejo una vez
salgamos a la calle a correr. Test
Drive nunca se caracterizado por el enfoque simulador como sí hace el
archiconocido Gran Turismo, pero sin embargo la sensación arcade que
transmite basta para todos aquellos que lo único que buscan es un buen
subidón de adrenalina. El comportamiento de los coches, tal y como
prometen sus desarrolladores, está diseñado para maximizar este punto
y que nos olvidemos de los pequeños detalles en pos de aumentar nuestra
inmersión en el único placer de conducir a gran velocidad. De todos
modos, se ha añadido un modo "hardcore" para aquellos que
quieran experimentar las verdaderas dificultades de pilotar uno de estos
bólidos. Eso
significa que no habrá deformaciones del chasis en tiempo real y está
por ver si a nuestro coche, por mucho que exteriormente conserve su
aspecto, le afectarán las consecuencias de nuestra terrible conducción.
Estos coches podrán ser de varias marcas y modelos hasta llegar a los
90 disponibles, partiendo de vehículos de baja cilindrada hasta llegar
a los modelos “épicos” e imposibles económicamente como el Aston
Martin DBS, por ejemplo. Coches que, en el más que probable caso de no
poder permitirnos comprar uno, podremos alquilar durante un tiempo
determinado. |
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